La sandía hidrata, desintoxica y limpia eficazmente todo el cuerpo a nivel celular.

La sandía hidrata, desintoxica y limpia eficazmente todo el cuerpo a nivel celular. Es rica en vitaminas A y C, así como en licopeno, betacaroteno, luteína y zeaxantina, excelentes para la protección contra el cáncer de pulmón, boca, páncreas, mama, próstata, endometrio y colon. Reduce significativamente la inflamación, ayuda a eliminar edemas, favorece la pérdida de peso y alivia la depresión. Fortalece el sistema inmunitario y la visión. Contiene la mitad de azúcar que una manzana. Sus antioxidantes neutralizan los radicales libres y ayudan a prevenir enfermedades crónicas. La cáscara de la sandía es igualmente beneficiosa, ya que es uno de los alimentos orgánicos con mayor contenido de sodio de la naturaleza y una de las mejores fuentes de clorofila. Se puede exprimir para obtener una bebida deliciosa y curativa. Y si tienes la suerte de encontrar una sandía con semillas negras, ¡mucho mejor! Tritura también esas semillas: tienen un efecto asombroso sobre el sistema nervioso, ayudando a relajar el cuerpo y a reducir la presión arterial, y contienen cantidades útiles de hierro, zinc y proteínas.