La sorprendente forma en que envejecen sus pulmones y cómo proteger su salud respiratoria

A medida que envejecemos, nuestro cuerpo cambia de maneras inesperadas. Muchos sabemos que debemos mantenernos activos y llevar una dieta equilibrada para mantener la salud física y mental, pero no solemos pensar en cómo el envejecimiento afecta nuestro sistema respiratorio y pulmones.

En esta publicación de blog, analizaremos cómo “envejecen” nuestros pulmones, la salud respiratoria y los riesgos de la población que envejece, y algunas estrategias que puede utilizar para proteger su salud respiratoria a medida que envejece.

Cómo envejecen tus pulmones

A medida que envejecemos, nuestro cuerpo envejece de forma natural, y nuestros pulmones no son la excepción. Con el tiempo, la fuerza de los músculos respiratorios disminuye, lo que dificulta la respiración. Los huesos de la caja torácica cambian de forma, lo que dificulta la respiración profunda y el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono con facilidad.

Las vías respiratorias pulmonares se vuelven más propensas a la inflamación y la obstrucción, lo que significa que pueden inflamarse o bloquearse con mayor facilidad. Esto puede provocar dificultad para respirar, tos y una mayor susceptibilidad a infecciones respiratorias como la neumonía. Por último, la capacidad de los pulmones para absorber oxígeno también disminuye con la edad. Esto significa que el cuerpo recibe menos sangre oxigenada, lo que puede provocar fatiga y dificultad para respirar.

En resumen, a medida que envejecemos, nuestros pulmones también lo hacen, y los efectos de este proceso pueden ser difíciles de controlar. La contaminación atmosférica también puede afectar nuestros pulmones con la edad. Las personas mayores son especialmente susceptibles a los efectos de la contaminación atmosférica debido a sus pulmones más débiles.

Los riesgos respiratorios de los ancianos

A medida que envejecemos, nuestros pulmones pierden naturalmente parte de su elasticidad, lo que dificulta el intercambio eficaz de oxígeno y dióxido de carbono. Esto puede hacer que las personas mayores sean más susceptibles a las infecciones respiratorias, agravando enfermedades crónicas como el asma, la bronquitis y la EPOC.

Además del deterioro de los pulmones relacionado con la edad, los adultos mayores tienen un mayor riesgo de desarrollar neumonía y otras enfermedades respiratorias debido a un sistema inmunológico debilitado.

Las personas mayores que residen en residencias de ancianos, en particular, pueden estar expuestas a más contaminantes y alérgenos en el aire que quienes viven en sus propios hogares. La mala calidad del aire dentro de una residencia de ancianos puede agravar aún más los problemas respiratorios, lo que provoca un aumento de hospitalizaciones y complicaciones. La propagación de infecciones también es una preocupación importante en las residencias de ancianos, ya que los gérmenes y virus pueden transmitirse fácilmente de un residente a otro.

Afortunadamente, se pueden tomar medidas para mejorar la salud respiratoria de las personas mayores, especialmente en residencias de ancianos. Los purificadores de aire con filtros HEPA son una de las mejores maneras de reducir las partículas en suspensión, facilitando la respiración de las personas mayores. Los purificadores de aire se pueden usar en áreas comunes, como vestíbulos y comedores, o en habitaciones individuales.

Además, los programas para dejar de fumar y la actividad física regular pueden ayudar a mantener la salud pulmonar en los adultos mayores. Finalmente, brindar apoyo a quienes enfrentan problemas de salud mental es importante para la salud respiratoria general. Con medidas preventivas adecuadas, el riesgo de enfermedades respiratorias en las personas mayores puede reducirse significativamente.

Una lista de verificación rápida para proteger sus pulmones a medida que envejece

  1. Deje de fumar. Si fuma, está dañando enormemente sus pulmones. La buena noticia es que, en tan solo un mes después de dejar de fumar, la función pulmonar comenzará a mejorar.
  2. Ejercicio, especialmente entrenamiento a intervalos de alta intensidad. Si su médico lo aprueba y su corazón está lo suficientemente sano, aumente su frecuencia cardíaca casi al máximo durante periodos cortos (por ejemplo, 20 segundos) y luego descanse dos o tres minutos, uno tras otro. Puede correr en una cinta, usar una bicicleta estática o una elíptica, o incluso subir y bajar escaleras. Cualquier ejercicio que eleve su frecuencia cardíaca al 90 % de su capacidad. Esto aumentará su capacidad de oxígeno y contrarrestará los cambios en los pulmones relacionados con la edad. Basta con una sesión corta de 10 minutos una o dos veces por semana.
  3. Muévete . Recuerda, hay ejercicio y hay movimiento. Simplemente moverte más mejorará tu circulación y fortalecerá tus pulmones.
  4. Respiración abdominal. Respira desde el vientre, no desde el pecho. Si colocas una mano sobre el vientre y la otra sobre el pecho, debería expandirse el vientre, no el pecho. La respiración abdominal regular fortalecerá el diafragma, mejorará la capacidad respiratoria (especialmente en personas con asma y EPOC) y aumentará tu capacidad para combatir la neumonía u otras infecciones.
  5. Use un purificador de aire con filtro HEPA y carbón activado . Los purificadores de aire pueden ser una excelente herramienta para proteger la salud respiratoria, especialmente en las personas mayores. Pueden eliminar bacterias y virus del aire y proteger nuestros pulmones. También ayudan con el polvo y los alérgenos.

A nadie le gusta envejecer, pero podemos mantener nuestros pulmones en mucho mejor estado con solo unos pequeños pasos. Estos pueden generar grandes cambios en tu salud respiratoria. ¡Prueba uno o dos consejos hoy mismo!

Austin Air, el único purificador de aire de grado médico clínicamente probado :)

 

COMPRAR AUSTIN AIR

 

¡ENVÍO GRATIS A LOS 48 ESTADOS UNIDOS! ¡GRAN OFERTA! ¡10% DE DESCUENTO!

  

¡UTILICE EL CÓDIGO 10% DE DESCUENTO al finalizar la compra!